El referéndum sobre el Brexit era campo abonado para los buitres y yo, que lucho por al menos conservar mi dinero, sabía que no había que estar durante la decisión. Acompañamos la primera parte del movimiento, aquella que nos marcaba el agotamiento de la tendencia alcista iniciada a primeros de febrero 2016 y cuando se tornó en volatilidad apreciamos la liquidez por si llegaba un momento como este.
El gráfico del Ibex de largo plazo no ha cambiado nada, sólo ha utilizado el Brexit para hacer la siguiente jugada, que tocaba de todas formas, tras el rechazo en la directriz bajista iniciada en abril 2015. Durante unos días el contado del Ibex jugará la posibilidad de doble apoyo en 7.745, los mercados se tranquilizarán y algunos de los valores que lo forman recuperarán parte del hueco que en mucho tiempo no se cerrará. El mercado (el capital) es así de cruel, no dará la posibilidad de enmendar el entuerto y los que queden atrapados lo serán por un tiempo. La recuperación posible difícilmente superará los 8.050 puntos, adicionalmente el fibo 61,8 de la caída, los 8250 puntos
Si el Ibex rompe los 7.745 puntos el futuro nos ha marcado el siguiente objetivo, los 7.300 puntos y les recuerdo que todavía queda hasta el objetivo del HCH, zona 6.600 puntos. ¿Y todo esto lo ha hecho el Brexit? No, esto estaba en los gráficos hacia mucho tiempo, solo faltaba el detonante, el justificante para los medios de comunicación. Si a Europa le falta Inglaterra, Europa tiene un problema, le falta dinero para sus políticas, para mantener controladas las deudas del sur de Europa, par la integración de los nuevos socios, para las políticas de inmigración,... y si con la política de tipos negativos ya se prevé el estancamiento, ahora habrá que recortar 0,5 puntos sobre el PIB en la previsión, panorama no muy halagueño pero que siendo optimistas se pueden trasnformar en nuevas oportunidades
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