La tormenta perfecta

Llegados a este punto no me canso de comentar que se daban las condiciones perfectas para que el capital plantee la trampa. Digamos que el rallye de Navidad ya paso, este año se inició el 15 de octubre, fecha del giro en los mercados tras el primer aviso serio con aumento de volatilidad y ha terminado a primeros de diciembre, sin embargo nos estaban vendiendo el rallye como si todavía no se hubiera producido y nos fuéramos a marchar a la luna en estos días. Estadisticamente tenemos rallye de fin de año 3 de cada 4 años, pero ¿y si este toca el cuarto?

Si en los mercados europeos, no había signos evidentes de que la tendencia alcista del otoño estaba agotada, sólo había que mirar a América para ver que el índice reptaba por la parte superior de la directriz que hacia de resistencia, cada vez con menos volumen y pequeños sustos (agotamiento de tendencia). Como siempre las caídas vienen tras el 2º toque a resistencia sin superación (importante momento definitorio en toda gráfica). ¿Que como le llaman a la causa de las caídas? Qué importa, siempre le buscarán un nombre, una crisis,... sin embargo sucede lo mismo de siempre, salvo que los medios de comunicación y el capital ponen énfasis en lo que hasta ahora pasaba desapercibido pero todos sabíamos que sucedía.

Primer tramo de caída (fibo 23,6 del último impulso cerrado), ¿quien cree que se va a detener ahí? Yo al menos no, como mínimo veremos el 38,2 coincidente con la zona 17.200 del Dj Industriales y como por tradición, este índice suele buscar el 50% no descartemos la zona 16.900 puntos.

Y si hubieran sido atrevidos, tal y como he venido explicando en diversas estrategias con la volatilidad, esta era compra táctica en zonas de mínimos (poco más podía caer) en tres sesiones sube un 60% el VIX y lo que podría quedarle pues el Macd está claramente cortado al alza.

Respecto al Ibex tanto los indicadores como las distintas posibilidades que veo, me sugieren que esto va camino de los 10.000 puntos, es decir, no hemos salido del lateral en el que estamos inmersos y no hemos roto ni por arriba, ni por abajo.