A sus 86 años y tras 7 años de larga enfermedad, se apagó su vela en esta vida. Ricardo es mi padre y un padre es la otra media parte del todo, de la razón de ser en esta vida. Si bien es verdad que cuando nos hacemos mayores, se adquiere la propia familia y el distanciamiento endurece el corazón, la vida sigue su curso por caminos diferentes y el final nos vuelve a encontrar. Yo tenía un "feeling" especial con él, de pequeños viajábamos de noche, en el 4 latas, toda la familia dormida mientras desde el centro del coche le iba diciendo las señales del camino, fueron muchos viajes juntos,... o cuando los dos íbamos a visitar al abuelo, a Trujillo.
Ricardo no tuvo grandes estudios, pero la vida le enseño diversos oficios, en aquella época se podía cambiar de empresa con facilidad, recuerdo que aprendió a manejar el primer ordenador que llegó a Cáceres, un IBM con aquellas tarjetas perforadas con las que yo jugaba, incluso terminó recibiendo un cierto mérito profesional en el antiguo Insalud.
Muchos son los recuerdos que nos deja, y muchos son los valores que nos inculcó. Se que ya está camino de reunirse con mi madre en el cielo, tras más de 50 años juntos. Ahora estamos de duelo, en el tanatorio de Cáceres, emocionados, cerrando esta etapa de la vida, ...
Gracias por escucharme, lo necesitaba,...
Muchísimas gracias a todos, habéis logrado que pase estos difíciles momentos, más arropado. Vuestras sentidas palabras quedarán en el corazón y en el recuerdo,... La vida sigue para nosotros y este blog seguirá creciendo con la ayuda de todos vosotros. Gracias de nuevo.